DÍA 10 – IDENTIDAD INQUEBRANTABLE

Identidad Inquebrantable: Viviendo Desde Quién Eres

Este devocional TODO o NADA (All In) enseña que la verdadera identidad de un hombre no se construye en base al desempeño, la aprobación o los logros, sino en la verdad eterna de quién es en Cristo. A través de la experiencia de William y las palabras de Pablo en Gálatas 2:20, se resalta que la madurez espiritual comienza cuando dejamos de actuar para ser aceptados y empezamos a vivir desde la aceptación divina. En Cristo, ya no vivimos buscando validación, sino caminando con autoridad como hijos amados de Dios. Ser un hombre TODO o NADA significa vivir desde una identidad inquebrantable, firme en el amor de Dios, con convicciones sólidas y propósito claro, sabiendo que tu valor no se gana: ya fue asegurado en la cruz.

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DÍA 10 – IDENTIDAD INQUEBRANTABLE: VIVIENDO DESDE QUIÉN ERES

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Bienvenido al devocional Todo o Nada. Hoy hablamos de: Identidad Inquebrantable: Viviendo Desde Quién Eres

“He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. La vida que ahora vivo en el cuerpo, la vivo por la fe en el Hijo de Dios,  quien me amó y se entregó por mí.”
Gálatas 2:20 NVI

 Tim Keller dijo:  “La única manera de saber quién eres es saber de quién eres.”

 A los 21 años, un joven llamado William fue invitado a hablar en una importante conferencia cristiana. La multitud lo aplaudió. Era articulado y apasionado, lleno de promesa. Después, un pastor mayor lo llamó a un lado y le dijo: “Tienes dones, pero si no aprendes quién eres en Cristo, tu don irá más rápido que tu carácter.”

Esas palabras quedaron grabadas en William.

 En los años siguientes experimentó tanto éxitos como fracasos. Se le abrieron puertas. La gente lo alababa. Pero cada vez que se encontraba actuando para ganar aprobación, comparando su plataforma o cuestionando su valor, volvía a una sola verdad: 

Soy quien Dios dice que soy,  no quien otros esperan que sea.

 Eventualmente, William dejó de buscar identidad en el desempeño y comenzó a construirla sobre el amor inmutable de Dios. Ese cambio de logro a adopción lo liberó. Tú no ganas identidad, la recibes.

 Demasiados hombres pasan su vida tratando de probarse:
A un padre que nunca los afirmó.
A un jefe que siempre esperaba más.
A un mundo que nunca deja de mover la meta.

 Pero el evangelio no comienza con lo que tú haces, comienza con lo que ya se hizo por ti. Pablo dice en Gálatas 2:20 que su vieja identidad, basada en estatus, desempeño y aprobación, quedó atrás: crucificada con Cristo. Ahora su vida está arraigada en algo mucho más profundo: Cristo vive en mí.

 Eso no es solo teología, es identidad.
Tú no eres tú trabajo.
No eres tú fracaso.
No eres tú éxito.
No eres la suma de las opiniones de los demás.

 Eres hijo de Dios, comprado con sangre, lleno del Espíritu y eternamente seguro.

 Cuando vives desde esa verdad, y no hacia ella, dejas de correr tras la validación y comienzas a caminar en autoridad. Dejas de ser moldeado por la inseguridad y empiezas a liderar desde la identidad. Y cuando tu identidad es inquebrantable, tus decisiones se vuelven más firmes, tus convicciones más sólidas, y tu valentía más profunda. Porque ya no estás tratando de convertirte en algo; estás viviendo lo que ya eres.

 Desafío de Hoy
Toma 10 minutos de quietud hoy y hazte esta pregunta: ¿Qué mentira acerca de mí mismo sigo creyendo? Luego escribe tres verdades de la Escritura sobre tu identidad en Cristo. Léelas en voz alta cada día de esta semana hasta que echen raíz.

 Cuando vives desde tu identidad en Cristo, dejas de actuar para impresionar y empiezas a caminar en paz y propósito.

 Esto es lo que significa ser un hombre Todo o Nada: totalmente rendido, totalmente comprometido.

Sigue mostrándote fiel.
Dios honra al hombre que se niega a retroceder.