
Blueprint for Men-Español
Bienvenido a "Blueprint para Hombres", donde exploraremos juntos el viaje de la "Masculinidad Auténtica". Nuestro ministerio se dedica a equipar a los hombres con las herramientas esenciales para construir vidas significativas. ¡Acompáñanos en este emocionante viaje de auto-descubrimiento y crecimiento!
Blueprint for Men-Español
Día 11 – Haciendo Espacio para Dios
Silencio En Medio Del Ruido: Hacer Espacio Para Dios.
Este devocional TODO o NADA (All In) invita a redescubrir la fuerza del silencio en un mundo saturado de ruido, distracción y prisa. Inspirado en el Salmo 46:10, nos recuerda que la quietud no es pasividad, sino un acto de guerra espiritual: el terreno donde se restaura la intimidad con Dios y se renueva la claridad del alma. Dios no grita por encima del caos; susurra a los que hacen espacio para Él. Los hombres TODO o NADA no llenan cada segundo con actividad, sino que crean ritmos de descanso y conexión, sabiendo que la verdadera fortaleza fluye de la presencia divina. En el silencio, el corazón encuentra dirección, paz y propósito.
Día 11 – Silencio En Medio Del Ruido: Hacer Espacio Para Dios.
(0:00 – 3:25)
Bienvenido al devocional Todo o Nada. Hoy hablamos de Silencio En Medio Del Ruido: Hacer Espacio Para Dios.
“Estad Quietos, Y Sabed Que Yo Soy Dios.” Salmo 46:10.
John Mark Homer dijo: Dios no grita por encima del ruido. Él nos espera en el silencio.
Cuando a Dallas Willard le preguntaron una vez cuál era la mayor amenaza para el crecimiento espiritual en la vida moderna, hizo una pausa y respondió: la prisa. “Debes eliminar sin piedad la prisa de tu vida.” El entrevistador asintió y preguntó: “Está bien, ¿y qué más?” Willard sonrió y contestó: “No hay nada más. Eso es lo principal.”
El ruido, la distracción y la prisa están matando la capacidad de los hombres para escuchar a Dios. Estamos conectados con todo, excepto con Aquel que nos da la vida. La mayoría podemos pasar horas desplazándonos en el celular, semanas trabajando duro e incluso meses haciendo cosas buenas, y aun así sentirnos secos, ansiosos y lejanos de Dios.
A veces, lo más espiritual que un hombre puede hacer es detenerse. El Salmo 46:10 no dice “trabaja más duro y sabrás que yo soy Dios”. Dice: “estad quietos”.
La quietud no es debilidad, es guerra. La quietud crea espacio para la claridad. La quietud es donde se restaura la intimidad con Dios.
¿Cuándo fue la última vez que te sentaste en silencio, no pidiéndole a Dios que arreglara algo, sino simplemente escuchando? ¿Cuándo fue la última vez que te desconectaste lo suficiente para volver a sentir tu alma? A menudo decimos que queremos escuchar la voz de Dios, pero llenamos cada momento con contenido, conversación o caos. Y Dios no compite por volumen. Él susurra a quienes están dispuestos a hacer espacio. El silencio no es inactividad, es rendición.
En la quietud, Dios habla paz a nuestras tormentas. Realinea nuestros deseos. Nos recuerda quiénes somos.
Los hombres Todo o Nada construyen ritmos de quietud, no porque sean perezosos, sino porque saben que su fuerza fluye de la presencia. Recuerda que fue Dios quien estableció el sábado en la mismísima estructura del espacio-tiempo. Ese ritmo semanal fue hecho con un propósito y, como dijo Jesús, “el sábado fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del sábado”.
Ya que Dios lo estableció entonces, hoy es nuestra oportunidad de reconocerlo a través de nuestros ritmos de trabajo y quietud.
El desafío de hoy: Programa 15 minutos para estar completamente en silencio.
Sin música, sin teléfono, sin multitareas, sin tecnología. Solo tú, una Biblia y un cuaderno. Pregunta: “Señor, ¿qué quieres mostrarme?” Y luego escucha. Sin agenda, solo quietud. Cuando silencias el ruido, empiezas a escuchar la voz que lo sostiene todo.
Esto es lo que significa ser un hombre Todo o Nada: totalmente rendido, totalmente comprometido.
Sigue mostrando tu fidelidad. Dios honra al hombre que se niega a retroceder.