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Día 15 – Lidera como Jesús

Rudy Escobar

Liderar como Jesús: Liderazgo de Siervo.

Este devocional TODO o NADA (All In) enseña que el liderazgo verdadero no se mide por autoridad o reconocimiento, sino por servicio. Basado en Mateo 20:26-28 y el ejemplo supremo de Jesús, nos recuerda que liderar como Él es dejar el ego a un lado y tomar la toalla del siervo. La Madre Teresa encarnó ese modelo: cambió el mundo no desde los podios, sino desde el suelo, sirviendo con humildad. El liderazgo de siervo no es debilidad, sino fuerza bajo control —la valentía de bajar para levantar a otros. Los hombres TODO o NADA no lideran por aplausos, sino para reflejar el corazón de Cristo: aman, sirven, piden perdón y moldean vidas con su ejemplo. Liderar como Jesús es vivir con las manos dispuestas a lavar pies y el corazón dispuesto a amar sin condiciones.

Día 15 – Lidera como Jesús:: Liderazgo de Siervo.

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Bienvenido al devocional Todo o Nada. Hoy hablamos de Liderar como Jesús: Liderazgo de Siervo.

“El que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser su esclavo; así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos.”
Mateo 20:26-28

Ken Blanchard dijo: Puedes elegir ser un siervo o puedes elegir ser egoísta. Solo una de esas opciones se parece a Jesús.

En 1981, la Madre Teresa recibió el Premio Nobel de la Paz. Los líderes mundiales querían que hablara de paz global, diplomacia y cooperación internacional, pero ella no tomó el micrófono para promover políticas. Lo usó para señalar a Cristo.

Ella dijo: Si quieres cambiar el mundo, ve a tu casa y ama a tu familia. Pasó su vida lavando las heridas de los olvidados, abrazando huérfanos y cuidando a los moribundos en Calcuta. Lideró sirviendo, y a través de ese ejemplo, el mundo vio algo divino.

El liderazgo no se trata de títulos ni de aplausos, se trata de toallas y jofainas. Así fue como Jesús lideró. Cuando la mayoría piensa en liderazgo, imagina mando, influencia o poder, pero Jesús volteó esa idea al revés. En la noche de su traición, Jesús se quitó el manto, se ciñó una toalla y lavó los pies de sus discípulos, pies que lo abandonarían, lo traicionarían y dudarían de Él.

Él no delegó. No exigió lealtad. Sirvió.

Ese momento no fue solo simbólico, fue instructivo. Les dijo: “Les he dado un ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes” (Juan 13:15). Si quieres liderar tu hogar, tu iglesia o tu comunidad, el camino pasa por la humildad.

El liderazgo de siervo no es debilidad, es fuerza bajo control. Lo repito: es fuerza bajo control. Es negarse a hacer del liderazgo un tema de ego o de control.

Es bajar tan bajo que otros puedan levantarse. En tu hogar, puede significar lavar los platos aunque estés cansado. Con tus hijos, puede significar pedir perdón primero. En tu iglesia, puede significar elegir la constancia en lugar de la visibilidad.

Donde sea que Dios te haya puesto, alguien está observando, y tu ejemplo está moldeando lo que otros creen que debe ser el liderazgo. 

Los hombres Todo o Nada no lideran por aplausos. Lideran para reflejar a Jesús. Construyen confianza no con carisma, sino con carácter. Y cuando tropiezan, lo reconocen, se arrepienten y crecen.

Ese es el liderazgo de siervo.

Desafío de Hoy
Hazte esta pregunta: ¿Cómo puedo servir a alguien a quien lidero? Piensa en tu esposa, tus hijos, tu equipo en el trabajo o tu iglesia.

Luego actúa. Haz algo inesperado, humilde, generoso. No para llamar la atención, sino porque es quien es Jesús y en quién tú te estás convirtiendo.

Cuando sirves como Jesús, lideras como Jesús, y la gente empieza a ver el reino de Dios en tu manera de vivir.

Esto es lo que significa ser un hombre Todo o Nada: totalmente rendido y totalmente comprometido.

Sigue mostrándote fiel.
Dios honra al hombre que se niega a retroceder.