Blueprint for Men-Español

Día 17 – Despierta al Rey

Rudy Escobar

Despertar al Rey: Hablar A La Identidad.

Este devocional TODO o NADA (All In) revela el poder de las palabras que despiertan identidad. Basado en Jueces 6:12, muestra cómo Dios vio en Gedeón un guerrero valiente cuando él solo se veía débil y temeroso. Dios no habló a su miedo, sino a su propósito. De igual manera, cada hombre libra una batalla interna con la pregunta: “¿Tengo lo que se necesita?”. El enemigo responde con mentiras, pero Dios responde con verdad: “Eres mi hijo. Eres mi guerrero.” Los hombres TODO o NADA eligen escuchar esa voz divina y también se convierten en portadores de ella, afirmando el valor y el llamado en otros. Hablar al rey en otro hombre —y creerlo para uno mismo— es una forma de levantar generaciones con identidad firme, valentía restaurada y propósito

Día 17 – Despierta al Rey: Hablar A La Identidad.

 (0:00 – 4:10)

Bienvenido al devocional Todo o Nada. Hoy hablamos del Despertar al Rey: Hablar A La Identidad.

“El Señor está contigo, guerrero valiente.” - Jueces 6:12

 Un proverbio africano dice: Habla al rey que hay en el niño,  y el niño se levantará como rey.

 Gedeón no era el hombre que nadie hubiera escogido para liderar a Israel. Cuando el ángel del Señor lo encontró, estaba escondido en un lagar, trillando trigo en secreto. No estaba erguido. No estaba liderando con valentía.

 Estaba sobreviviendo. Pero Dios no habló a su miedo, habló a su futuro. El ángel dijo:

El Señor está contigo.”

 “Guerrero valiente.” No porque Gedeón pareciera uno, sino porque Dios vio lo que había dentro de él antes de que Gedeón mismo lo viera. Gedeón no lo creyó de inmediato. Protestó:

“Soy el más débil de mi clan. Soy el menor de mi familia.”

 Pero Dios ignoró las excusas y llamó al rey. Eventualmente, Gedeón lideró a 300 hombres a la victoria contra un ejército entero. ¿Por qué? Porque una palabra de identidad lo levantó.

 Todo hombre que conoces está luchando por responder una sola pregunta: ¿Tengo lo que se necesita?Esa pregunta impulsa cómo criamos a nuestros hijos, cómo trabajamos, cómo nos presentamos frente a otros hombres. Y en el silencio, al enemigo le encanta responder esa pregunta con mentiras.

Eres débil. Eres un fraude. Nunca serás suficiente.

 Por eso la identidad es tan importante. Dios no nos llama basado en lo que hemos probado. Nos llama basado en lo que Él ha puesto dentro de nosotros.

 Él ve más allá de tus fracasos y hacia tu potencial. Habla verdad sobre lo que ha planeado y sembrado, incluso cuando todavía no lo puedes ver. El enemigo llama al impostor.

 Dios llama al portador de Su imagen. Y si vas a ser un hombre Todo o Nada, necesitas escuchar esa voz, no la voz de la vergüenza ni la del rendimiento, sino la voz del Padre que dice: “Eres mi hijo, eres mi guerrero, eres mi hombre.”

 Y no se queda ahí. También estás llamado a ser una voz así para otros. Cuando hablas al rey en otro hombre, cuando llamas a su valentía, convicción y fortaleza, lo ayudas a levantarse. Una palabra de verdad puede romper el silencio de la vergüenza en la vida de alguien.

 No tienes que esperar a que alguien lo tenga todo resuelto para afirmar quién es realmente. Háblalo en fe. Decláralo antes de que lo crea por sí mismo. Así es como la identidad cambia de adentro hacia afuera.

 Los hombres Todo o Nada no solo reciben identidad, la multiplican. Levantan a los que los rodean.

 Ven lo que Dios ve. Hablan lo que Dios dice. Y con el tiempo, los hombres se levantan.

 Desafío de Hoy

 Piensa en un hombre de tu vida —tu hijo, un amigo, un hermano en Cristo— que necesita ánimo. Despierta al rey en él hoy. Envíale un mensaje, háblale directamente o haz una oración en voz alta por él.

 Dile: “Fuiste hecho para más. Veo en ti al hombre de Dios.” Y luego, en la presencia de Dios, recibe esa misma verdad para ti.

 Cuando hablas al rey en otros y lo crees para ti mismo, ayudas a desatar la clase de fuerza que transforma familias, iglesias y generaciones.

 Esto es lo que significa ser un hombre Todo o Nada: totalmente rendido y totalmente comprometido.

 Sigue mostrándote fiel.

Dios honra al hombre que se niega a retroceder.